Jesús y su Doctrina: Moya Noriega, Maritza: Amazon.es: Libros
I. La sabiduría de Dios en la Biblia.
A. Dios en su sabiduría ejecuto un plan para salvar al ser humano.
1. La sabiduría del Hijo de
Dios.
Verá
el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento
justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. El
fruto de la aflicción de su alma. Significa, que su expiación por el pecado,
salvó a la humanidad de la condenación eterna. Libertó al hombre de la
esclavitud del pecado. Y nos dio la participación de una nueva naturaleza. La
divina. Esto no lo podría hacer ningún hombre, solo el Hijo de Dios.
El
conocimiento de su palabra, que desconocía su pueblo. Por qué los levitas que
él escogió. Para enseñar e instruir a su pueblo. No enseñaron a su pueblo la
ley, ni instruyeron a los hombres de su pueblo en sus mandamientos y
ordenanzas. Si no torcía el derecho de la palabra y exponían otras ordenanzas.
Ordenanzas que Dios no les envió a enseñar. Y sumergieron al pueblo en completa
ignorancia.
Por
la razón mencionada, Jesús por su conocimiento justificó al que no conocía nada
de él. A todo un pueblo que creyó. ¿Quién tenía conocimiento de él, de los
gentiles? Nadie. Pero él lo justificó por su conocimiento.
Continuando, el conocimiento que
tenía Jesús del plan de Dios Eterno. No lo tenía nunca su pueblo. Porque lo
desecharon. Pero Jesús, su siervo, sí tenía el conocimiento de la justificación
a través del único camino, la verdad y la vida que es él. Él los justificó, llevó sus iniquidades. Él nos justificó. Su
conocimiento nos Justificó. No el plan de los hombres. La ley no justifica.
Solo Jesús nos justificó.
De acuerdo a lo expuesto, Jesús crecía en
conocimiento y sabiduría. Desde los 12 años se encuentra hablando con los
doctores de la ley en el templo. Todos se maravillaban de él cuando lo
escuchaban. Hablaba con autoridad, no como los maestros de la ley. También
Jesús les dijo a sus discípulos: Que le dará palabras de sabiduría, la cual
nadie podrá resistir, ni contradecir. Luc 21:15.
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